lunes, 12 de agosto de 2019
Un Trago Letal
Tres sospechosos y un whisky como pista, era lo único que tenía el detective, un policía
muy obstinado, en resolver el caso por orgullo (“para mi cerrar el sumario significaba
confesarme fracasado”).
Una mujer, en el día de su cumpleaños, aparece muerta en su departamento, donde todo
estaba cerrado y no había rastro de un asesinato, por eso se decía que fue un suicidio, o
casi todo.
El escritor Roberto Arit, en este cuento hizo el clásico crimen del cuarto cerrado donde
nada indica un asesinato.
En este cuento “Fue el asesino más ingenioso que conocí” se dijo el detective.
¡No esperes, leé el cuento ya,te sorprenderá!
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